Estos días para Clara Elena Cabello no han sido fáciles. A una semana de cumplirse los veinticinco años de la muerte de su esposo Rafael Orozco el 11 de junio de 1992 es inevitable que la nostalgia y los recuerdos se asomen en el presente. “El amor que la persona le da a uno, todo eso se guarda, de acuerdo a lo que se vive, y yo digo que cuando uno ama no olvida y yo lo amaré toda la vida y ese amor sigue intacto”, dijo Clara en medio de lágrimas a Zona Cero.

Clara y sus hijas preparan este próximo domingo 11 de junio a las 3:30 p.m. en la Iglesia Torcoroma una eucaristía que conmemora el aniversario de la muerte del cantante y voz líder del Binomio de Oro de América al igual que en su tierra natal Becerril, Cesar. “Estoy muy agradecida con el público de que estén pendientes de todo lo que pasa con Rafael. Vamos a tener un homenaje primero en Becerríl el 9 de junio a partir de las 4 de tarde. Allí se oficiará una misa, entregaremos una ofrenda floral y va a tocar una sinfónica interpretando los temas de Rafael con varios cantantes invitados y preparándonos para recibir al pueblo que tanto lo amó. Los invitamos a todos a orar por su alma porque sabemos que Dios lo tiene en un sitio muy lindo y vamos a orar también por todos los que estamos acá”, anunció su viuda.

La vida de la familia Orozco Cabello ha cambiado con el paso de los años. Clara se trasladó a Bogotá donde vive acompañando a dos de sus hijas quienes trabajan y han hecho sus carreras en la capital del país. “Ellas están contentas y felices en sus trabajos. Kelly de 38 años vive en Estados Unidos, Loranie de 27 años y Wendy de 31 años en Bogotá y ahora quieren cargar con la mamá a donde estén y no quieren que la mamá esté sola y ya uno trata de acompañarlas lo más que puede con ellas”.

Lo cierto es que Clara Elena en estos años no ha estado porque siempre ha contado con la compañía de sus 12 hermanos y la familia de Rafael que consta de 13 hermanos. Todavía no es abuela. “Mis hijas quieren trabajar, pasear y así piensa la juventud de ahora que es tan diferente a uno, porque uno se casó tan temprano y ellas no, pero tienen razón también, porque la educación es completamente diferente”, opinó.

Pese a los cambios Clara no cambia Barranquilla a donde siempre regresa periódicamente. “Yo no siento mucho mi traslado a Bogotá porque cuando quiero me vengo pa Barranquilla y estoy aquí, comparto, tengo mi familia aquí, tengo a mis hermanas aquí y me es fácil estar yendo y viniendo y no he sentido ese cambio así tan brusco”.

Amor a primera vista

Entre lágrimas y suspiros, recordó el día que conoció a Rafa. “Claro que me acuerdo cómo lo conocí. Ya eran dos matrimonios en la familia. Un hermano con una hermana de él y una hermana mía con un hermano de él y después nos conocimos nosotros al poco rato y bueno eso fue amor a primera vista. La primera vez que lo vi llegaron a la casa y se iba a realizar una misa de un hermano que había fallecido y allí fue la primera vez que nos vimos”.

Clara también evocó aquellas canciones que Rafa le dedicó durante su carrera. “Son muchas canciones. La que más recuerdo porque fue con la que se descubrió los amores que teníamos que fue con ‘La creciente’ porque ahí me nombra y todo el mundo se entera porque me nombraba. Allí todo el mundo se enteró que estaba de enamorado mío y que me molestaba y todas esas cosas. Son muchas canciones que me gustan sobre todo la canción que me hizo ‘Solo para ti’ y otras que interpretó como ‘Momentos de amor’, ‘Relicario de besos’, ‘Nostalgia’, entre muchas otras”, recordó entre risas.

Cuando Clara regresa en el tiempo a ese fatídico 11 de junio sus ojos se nublan y desahoga sus penas hablando de los buenos recuerdos que vivió al lado del hombre más que del ídolo. “Eso es lo que más se extraña. El Rafael papá, el cariño y el amor con que vivíamos. Él es la parte que más hace falta. Hace falta mucho el papá con quien conversar, con lo que va pasando, cómo se está criando a los hijos. Mirarse y preguntarse si las cosas se están haciendo bien o se están haciendo mal. Él era el papá amoroso, el papá que no le gustaba regañar, que no le gustaba castigar, porque siempre viajaba tanto le gustaba recuperar ese tiempo que perdía con la familia y en entonces me decía que la parte del regaño me tocaba a mí”.

Clara reveló que Rafa siempre veló porque sus hijas fueran unas profesionales. “Sus preocupaciones era que sus hijas estudiaran y tuvieran sus carreras. Se extraña mucho y duele mucho, duele demasiado (suspira) Parece que el tiempo estuviera allí quietecito, que se hubiese detenido y no hubiesen pasado 25 años y parece como si el tiempo no pasara”, contó en medio de lágrimas.

Sobre la recopilación musical que lanzó su disquera, Clara expresó que “salió un trabajo muy lindo de Codiscos en sus 25 años, muy hermoso, con toda su colección con Israel, con el Binomio de Oro que fue su vida musical y la unión con Israel fue perfecta. Fue un grupo que dio al público todo lo que pudo y allí están sus canciones vivas todavía”.

De la novela que revivió su trayectoria y canciones su viuda agradece que a gracias a esa telenovela la vida de Rafa llegó a los más jóvenes. “Los niños a través de la novela pudieron conocer a Rafa y ahora siento que ese público joven todavía canta sus canciones y se los encuentra en la calle y ahora lo saludan a uno más los niños de 6 y 7 años y es algo que también lo llena a uno de alegría y de nostalgia”.

Clara resaltó que no le gustan las redes sociales porque no está de acuerdo con “involucrarse en eso y mejor no”.

Sobre la muerte de Martín Elías, Clara lamentó profundamente el trágico accidente. “Es algo que todavía me tiene dolida y da mucho pesar que estas cosas pasen. Duele mucho. Muy joven y termina uno como reviviendo todos los momentos que ya uno pasó por eso. Duele mucho y además un pelao muy lindo, muy noble y tenía una carrera por delante y es algo que no sé. Era muy joven”.

Clara invitó a todos los seguidores de Rafael Orozco a acompañarla este domingo en la misa dedicada al artista. “Lo recuerdo con mucho amor. Y es algo que uno revive diariamente. Con la persona que se encuentra en la calle, en la casa, en los recuerdos y todos están intactos. Sus hijas que fue ese regalo maravilloso que me dio, verlas crecer y muy satisfecha de que ya estén grandes y recordarlo a él. Es algo que no se olvida, que definitivamente se extraña todos los días. Hace mucha falta”, concluyó.